La GCAS2018 fue escenificada en San Francisco, California, entre el 12 y 14 de septiembre. En cierta forma fue la antesala de la COP24, Katowice, Polonia, diciembre 3 al 14.

La Cumbre fue planificada en base a cinco plataformas clave: sistemas de energía saludables, crecimiento económico inclusivo, comunidades sustentables, administración de tierras y océanos e inversiones climáticas transformadoras.

Hemos escuchado muchas de las transmisiones en directo, con las intervenciones de algunos líderes que se hicieron presentes, que están observando los problemas ambientales con mucha preocupación y seriedad. Se anunciaron acciones pragmáticas y compromisos puntuales, algunos de inmediata ejecución, para frenar el calentamiento global y cumplir con la meta principal del Acuerdo de Paris.

Desde hace diez años escribo sobre las conferencias climáticas y en todo este tiempo he aprendido a no expresar demasiado optimismo sobre sus resultados. La experiencia me ha enseñado que esto de la lucha contra el cambio climático es un camino empedrado lleno de marchas y contramarchas. No han sido pocas las oportunidades en la que las esperanzas de un año se han visto esfumadas al año siguiente. El más claro exponente de ello fue la COP15, Copenhague, 2009, en la que se creía que se aprobaría el Protocolo de Kioto, pero no fue así, cuyo fracaso es historia ampliamente conocida.

Pero esta vez sentí algo diferente. En la Cumbre Global de Acción Climática se respiraba otro ambiente. Con la conferencia se buscaba la participación de todos aquellos actores internacionales, representantes de los sectores y regiones, responsables del alcance de las acciones climáticas que conduzcan a cumplir el objetivo central del Acuerdo de París, limitar el incremento de la temperatura media mundial debajo de 2 grados centígrados a partir de su nivel preindustrial.

La Cumbre fue copresidida por Jerry Brown, gobernador de California; Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la COP; Anand Mahindra, presidente del Grupo Mahindra, un importante conglomerado empresarial indio; Michael Bloomberg, enviado especial del secretario general de la ONU; Xie Zhenhua, representante especial para asuntos de cambio climático de China. Contó con la presencia de las presidentas de las islas Sándwich y Marshal.

Cabe destacar la participación de Jayathma Wickramanayake, la enviada especial del secretario general de la ONU para la juventud, “en un gesto simbólico que ilustra que las generaciones futuras serán las más afectadas por las decisiones que tome la generación actual, con el objetivo de construir un mundo mejor y más resiliente”.

La conferencia fue organizada por una coalición de países, ciudades y entes, promovida por Jerry Brown, y contó con la participación de 4000 asistentes.  Líderes de variados sectores de la sociedad se encontraron en el evento para demostrar que están impulsando la ambición “a un nivel superior”, con una serie de nuevos anuncios de acción climática, prometiendo que, de ser implementados, generarían más de 65 millones de nuevos “empleos verdes” para el año 2030.

La reunión estuvo caracterizada por una impresionante energía de los participantes. No se apeló en demasía a la retórica acostumbrada sino más bien a propuestas pragmáticas y medidas concretas, algunas de ellas puestas en marcha días antes y otras que se implementarán en un cercano futuro. El propio gobernador Brown anunció la semana pasada que California prohibirá a partir de 2045 la circulación de autos con motores de combustión interna.

Uno de los aspectos más resaltantes fue la participación de los estadounidenses en la Cumbre, opuestos a la salida de su país del Acuerdo de París, anunciada por el presidente Donald Trump el año pasado. De esta manera, y mediante la proclama “We Are Still In” (todavía estamos dentro), espíritu que reivindican más de 3.500 líderes de todo el país que representan a 169 millones de personas, van a continuar el camino de París, la transición energética hacia un mundo libre de carbono, contraviniendo la decisión de la Casa Blanca. Estos dirigentes están conformados por 10 estados, cerca de 2000 grandes empresarios e inversores, 280 ciudades y condados, 340 universidades, 40 instituciones culturales, 25 centros de salud, 30 grupos religiosos y 9 tribus.

Por otra parte, cerca de 500 empresas y unos 40 países, han escogido diferentes rutas para la reducción de emisiones según lo convenido en el Acuerdo de París, cifra que representa un incremento de cerca del 40% comparado con el año pasado. Algunas firmas de confección de ropa se han puesto por meta reducir el 90% en las emisiones en sus instalaciones y un 40% en su cadena de suministro para 2025.

Cerca de 400 fondos de inversiones, que administran unos 32 billones de dólares en activos, se comprometieron a acelerar los flujos de dinero hacia la acción climática, enmarcado en la estrategia de construir una economía basada en el desarrollo sostenible.

Otra buena noticia es que 12 regiones, incluidas Cataluña, Lombardía, Escocia y el estado de Washington, con más de 80 millones de habitantes, se comprometieron a la meta de 100% de vehículos públicos cero emisiones para 2030. Igual medida han tomado 23 grandes compañías internacionales, mientras que 26 ciudades con 140 millones de habitantes adquirirán solo autobuses cero emisiones a partir de 2025.

Nueve importantes fundaciones filantrópicas se comprometieron a donar cerca de 400 millones de euros en los próximos cinco años para proteger los bosques tropicales.

34 gobernadores de todo el mundo firmaron un acuerdo con las comunidades indígenas que habitan en sus territorios para salvaguardar sus bosques y colaborar activamente en su protección.

Una nueva alianza que vincula a más de 100 ONG, empresas, gobiernos estatales y locales, grupos indígenas y comunidades locales iniciarán una agenda de protección forestal, alimentaria y de tierras. Más de 100 empresas de suministro se comprometieron a trabajar con diversas organizaciones para detener la deforestación en el Cerrado, Brasil.

En su discurso de clausura de la cumbre, Patricia Espinosa destacó “la necesidad de que todos los actores se involucren en un “multilateralismo inclusivo”, reflejo del mensaje del Secretario General de la ONU, el lunes 10 en la ciudad de Nueva York, donde llamó a los líderes mundiales a actuar con urgencia y dar respuesta al cambio climático.

Las acciones en dichas áreas serán recopiladas en el comunicado final de la Cumbre y registradas en el Portal de Acción Climáticade la ONU, con lo cual se enviará una importante señal a los gobiernos para intensificar la acción con miras a 2020, cuando las emisiones globales deben llegar a su punto máximo y de allí en adelante comenzar a disminuir.

Sandor Alejandro Gerendas-Kiss

Fuentes:

https://unfccc.int/es/news/la-cumbre-global-de-accion-climatica-cierra-con-una-oleada-de-nuevos-compromisos-y-pide-mas-acciones

https://elpais.com/elpais/2018/09/15/planeta_futuro/1536963560_781921.html