Preguntas frecuentes acerca de la sequía y escasez de agua

2. ¿Qué es la alteración del ciclo del agua y cómo afecta a las sequías?

El ciclo del agua o ciclo hidrológico es una de las funciones más importantes de la naturaleza para sostener la gran variedad de vida existente en el planeta.

El agua existe en la Tierra en tres formas: estado líquido, presente en los océanos, mares, lagos, ríos y acuíferos; estado sólido en los hielos del Ártico y el Antártico, en los glaciares de montaña y en otras zonas congeladas o nevadas del planeta; estado gaseoso, o vapor de agua en las nubes presentes en la atmósferas.

Estos tres estados se encuentran en permanente movimiento e intercambio. Por ejemplo: el agua de las nubes precipita sobre el suelo y los océanos, del suelo pasa a engrosar las aguas subterráneas o acuíferos. Aumenta el caudal de los ríos y éstos desembocan su agua excedentaria en mares, lagos y otros ríos. Luego se repite el ciclo una y otra vez. Esto es lo que llamamos ciclo del agua.

Calentamiento global y el ciclo del agua

El constante aumento de la temperatura del planeta produce mayor evaporación de las aguas de los océanos y en consecuencia el incremento de los patrones de precipitación y de flujo de las corrientes relacionadas con el ciclo del agua. Por esta razón las precipitaciones son mayores que en el pasado, por ello es frecuente ver tormentas catastróficas, desbordamientos de ríos, deslaves de montañas, inundaciones extremas y grandes daños a personas, pueblos, ciudades y campos de cultivos.

Calentamiento global y sequía

Al mismo tiempo que algunas áreas están experimentando tormentas extremas, otras están sufriendo sequías, debido al aumenta de la evaporación, pero en este caso las nubes se alejan de estas zonas y cesan las precipitaciones. La vegetación y los suelos se secan y se inicia un período de sequía. Si la situación se prolonga se produce la degradación de los suelos. Al llegar la lluvia, gran parte del agua se escurre del suelo hacia ríos y arroyos, y el suelo permanece seco con un mayor riesgo de sequía.