Todavía hay quien confunde estos dos fenómenos que, aunque son muy diferentes, están estrechamente relacionados entre sí, al igual como lo están con el efecto invernadero. Debemos tener en cuenta que los tres corresponden a condiciones naturales de nuestro planeta desde hace millones de años. Gracias a ellos, y a otras características de la Tierra, como su distancia al sol, diámetro, gravedad y velocidad de rotación y traslación, confluyeron para producir un big bang de la vida, una auténtica explosión vital en nuestro planeta que dio origen a esa inmensa y exuberante biodiversidad, por ahora incomparable con ningún otro planeta.

¿Qué es el efecto invernadero?

El efecto invernadero natural es un fenómeno que permite mantener temperaturas en un rango bastante uniforme en la Tierra, gracias a las características especiales de nuestra atmósfera. Los rayos solares llegan del espacio, rebotan en la superficie terrestre e intentan escapar de nuevo al cosmos, pero una parte es retenida en las capas atmosféricas y como consecuencia se produce el fenómeno del calentamiento global natural. Sin los gases de efecto invernadero (GEI), presentes en la atmósfera como son principalmente el dióxido de carbono (CO2) o el vapor de agua (H2O), la temperatura media de la Tierra estaría en unos 33 °C menos del actual, en un promedio de 18 °C bajo cero. Sería un planeta helado, probablemente deshabitado como la mayoría de los otros del Sistema Solar o cuando menos no apto para la vida tal como la conocemos.

Calentamiento global natural y calentamiento global por actividad humana

Cuando hablamos de calentamiento global, cambio climático o efecto invernadero, nos referimos a fenómenos actuales, de causa antropogénica, es decir, modificaciones relativas a actividades humanas que se vienen observando desde que se fueron incrementando la expansión industrial y el crecimiento de la población de la Tierra, desde hace unos 200 años, más a partir del siglo XX, y en especial desde 1950. Las modificaciones del calentamiento global, el efecto invernadero y el cambio climático están tan vinculadas entre sí que es imposible hablar de cualquiera de ellas sin mencionar las otras dos.

Pruebas de la influencia humana en el calentamiento global

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, referido por Wikipedia, concluyó en 2013 que es extremadamente probable que la influencia humana ha sido la causa dominante del calentamiento observado desde la mitad del siglo XX. “La mayor influencia humana ha sido la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno. Estas conclusiones han sido respaldadas por las academias nacionales de ciencia de los principales países industrializados y no son puestas en duda por ninguna organización científica de prestigio nacional o internacional”.

Las emisones de GEI y el incremento de temperatura en la Tierra

El calentamiento global actual se refiere al aumento de la temperatura en la Tierra que se viene observando en los últimos siglos. Desde entonces se ha ido incrementando el uso del carbón, la gasolina, el gasoil y el gas natural como combustibles para mover fábricas, ferrocarriles, vehículos automotores y otros sistemas de transporte, así como para cocinar y generar calor. Con el añadido de los GEI a la atmósfera, de manera no natural, se inició el aumento progresivo de la temperatura global. En consecuencia, se escapa una menor cantidad de rayos solares al cosmos, quedando la diferencia atrapada en la Tierra. Este proceso, que aparenta ser lento desde la cronometría humana, es casi instantáneo desde la escala de tiempos geológicos y puede traer serios cambios en los patrones climáticos en el planeta.

Principales gases de efecto invernadero

La composición de la atmósfera terrestre es de 78% de nitrógeno y 21% de oxígeno. Apenas el 1% restante está formado por otros gases, incluidos los GEI, de los cuales los principales son el vapor de agua, el CO2, el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) y el ozono (O3).

El CO2 representa apenas el 0,04% del total de gases de la atmósfera, pero con tan exigua cantidad ha sido el responsable de mantener la vida en la Tierra. Es el principal gas de efecto invernadero cuya concentración recientemente batió un récord al pasar el umbral de 400 PPM, partes por millón, por primera vez desde que el Homo sapiens apareció en la Tierra. Su participación en la atmósfera, aunque parezca muy baja, es capaz de modificar el clima, provocando un calentamiento extra de la Tierra. El CO2 se caracteriza por su fuerte fijación en la atmósfera y puede tardar más de mil años en ser eliminado.

El vapor de agua es un constituyente vital de la atmósfera, en promedio participa con un 0,97% del total. Se manifiesta en forma de nubes y su volumen puede presentar variaciones significativas en cortos períodos, puesto que, a diferencia del CO2, puede precipitarse en forma de lluvia en cualquier momento. El efecto evaporación-precipitación es vital para casi todas las especies de la Tierra.

El óxido nitroso es un poderoso gas de efecto invernadero. Sus emisiones, junto con el dióxido de carbono, el metano y algunos aerosoles, contribuyen al calentamiento global.

El metano es un gas relativamente potente que participa en el calentamiento global del planeta, ya que tiene un potencial de calentamiento global 23 veces mayor que el CO2, aunque su concentración en la atmósfera es 220 veces menor, y por ello también es menor su contribución al efecto invernadero.

¿Cuál es la consecuencia del calentamiento global?

Es un complejo fenómeno llamado cambio climático, el cual se revela con el aumento de la intensidad del calor, produciendo incrementos de sequías, incendios de vegetación, deshielo de los polos y glaciares, inundaciones, huracanes, tornados, deterioro de la barrera de coral, escasez de agua potable, de alimentos, etc. Se estima que la mayor parte del incremento de los GEI proviene de la quema de combustibles fósiles, pero existen otros factores como la quemazón y tala de selvas y bosques o la industria de la ganadería. Por todo ello el tema del cambio climático es complejo, variado y extenso, por lo cual amerita abordarlo con mayor detenimiento en un próximo artículo.

La función de los bosques

Los árboles producen oxígeno, necesario para la mayoría de los seres vivos, y a su vez absorben CO2 o dióxido de carbono. Durante la fotosíntesis, proceso que realizan los árboles y la mayoría de las plantas, éstas absorben y almacenan CO2, el cual queda fijado en sus raíces, troncos y hojas en forma de carbono. Aunque las plantas toman oxígeno del aire y reingresan dióxido de carbono, el balance final es favorable a la extracción de CO2 de la atmósfera. Esta ventaja se pierde al deforestar selvas y bosques, como la selva de Borneo, que ha sido esquilmada en un 70% en tres décadas o la selva del Amazonas que parece andar por el mismo camino. Por tanto, la tala y quema de árboles incrementa el calentamiento global.

El gas metano y la expansión de la ganadería

Un informe de la FAO sobre la ganadería establece que dicha actividad contribuye con el 18% de las emisiones de GEI medidas en equivalentes de CO2. Además, es responsable del 9% de las emisiones directas de CO2, principalmente por deforestación, el 37% de emisiones de metano, fundamentalmente por las deposiciones de los animales y el 65% del óxido nitroso, por el estiércol.

Por primera vez 400 PPM

“El récord de emisiones de CO2 marca el inicio de una nueva era de cambio climático” fue titular de BBC Mundo, el 24-10-2016. PPM es la abreviatura de partes por millón y se refiere a la concentración de CO2 en la atmósfera. Desde que los humanos aparecimos en la Tierra, el planeta ha entrado por primera vez en la era de las 400 ppm. Esto significa mayor calentamiento global y un cambio climático cada vez más difícil de revertir. Se tardará milenios en rebajar dicha concentración.

Pronósticos para el futuro

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, las proyecciones de modelos climáticos indican que durante el presente siglo la temperatura superficial global subirá probablemente entre 0,3 y 1,7 °C para su mejor escenario, usando mitigación estricta, y entre 2,6 y 4,8 °C para el peor escenario, en caso de que las prescripciones del Acuerdo de París no se cumplan. Un aumento cercano a 5 °C produciría cambios catastróficos en la Tierra.

Un choque de constelaciones a la vista

Se vislumbra un conflicto de grandes proporciones entre los partidarios de combustibles fósiles y quienes luchan contra el cambio climático, como apuntamos en nuestro artículo sobre el fracking. Una colisión estelar entre dos bandos. De un lado se ubican los interesados en la explotación de los combustibles fósiles, los promotores del fracking y sus productos como el shale gas y el shale oil, la explotación de nuevos yacimientos petroleros y gas natural, los que deforestan bosques con fines madereros, agrícolas o ganaderos. Del otro lado están los que apuestan por las energías limpias como las baterías de litio y los autos eléctricos, ciudades verdes, la energía solar, energía eólica.

Los 10 mayores emisores de GEI

Los países más industrializados lógicamente son los mayores contaminadores, en este orden: China 28.21%, Estados Unidos 15.99%, India 6.24%, Rusia 4.53%, Japón 3.67%, Alemania 2.23%, Corea del Sur 1.75%, Irán 1.72%, Canadá 1.71%, Arabia Saudita 1.56%.

El Acuerdo de París, un manual para vencer el cambio climático

El Acuerdo de París es un ambicioso convenio mundial para luchar contra el cambio climático, negociado durante la COP21, París 2015. El objetivo central del documento es la limitación del aumento de la temperatura mundial a 2ºC mediante la disminución de emisiones de GEI, provocadas por combustibles fósiles como el petróleo, gas y carbón, los cuales al quemarse liberan CO2 a la atmósfera. Mediante la premisa “Cero combustibles fósiles”, se pretende sustituir éstas por energías renovables, alternativas o limpias. También incluye recomendaciones para alcanzar un desarrollo sostenible. El Fondo Verde para el Clima ha sido establecido para ayudar a los países en desarrollo cumplir sus metas en la lucha contra el cambio climático. El Acuerdo de París hace especial énfasis en incrementar la capacidad de mitigación, adaptación y resiliencia para reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático.

Mitigación. Significa atenuar o suavizar una cosa negativa, como una enfermedad o un dolor de cabeza. En el caso del calentamiento global la mitigación se refiere a la reducción de emisiones de GEI. También incluyen la mejora de los sumideros para incrementar la capacidad de absorción de dichos gases. Igualmente se consideran programas como impuestos al carbono o la energía, e incentivos para la disminución voluntaria de GEI y su sustitución por energías limpias.

Adaptación. Se refiere a las acciones que deben realizarse para prevenir cambios que pueden producir efectos no deseados. En el caso del calentamiento global la adaptación abarca iniciativas y medidas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos frente al cambio climático. Los países y comunidades deben implementar medidas y prácticas preventivas para evitar daños probables. Se deben contemplar medidas a corto y largo plazo, mediante la administración ambiental, la planificación y el manejo de desastres.

Resiliencia. Es la capacidad que tiene una especie o un sistema de recuperarse frente a un agente perturbador. En cuanto al cambio climático la resiliencia se refiere a la capacidad de un ecosistema para absorber perturbaciones sin alterar de manera significativa sus características estructurales y funcionales, pudiendo regresar a su estado original luego que el factor adverso haya cesado.

¿Cuándo y quiénes descubrieron el calentamiento global y el cambio climático?

En 1896 Svante Arrhenius, científico sueco, fue el primero en proclamar que los combustibles fósiles podrían acelerar el calentamiento de la tierra. Arrhenius se adelantó a su época, junto con Thomas Chamberlin, calculó que las actividades humanas podrían provocar el aumento de la temperatura mediante la adición de CO2 a la atmósfera, estableciendo una relación entre concentraciones de dióxido de carbono atmosférico y temperatura. En 1940, utilizando mediciones de radiaciones de onda larga, mediante espectroscopia de Infrarrojo, se pudo comprobar que el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera provoca una mayor absorción de radiación infrarroja. En 1955, Gilbert Plass observó que el CO2 impide que dicha radiación se escape al espacio, provocando un sobrecalentamiento de la tierra.

¿Cuándo se comenzó a hablar de cambio climático?

En 1957, The Hammond Times, mencionó los términos “calentamiento global” y “cambios climáticos”, en base de las investigaciones de Roger Revelle, destacado científico y académico estadounidense, sobre la intervención humana en el natural efecto invernadero mediante el incremento de CO2 y alertó sobre los efectos de su uso en gran escala. Sin embargo, sus advertencias cayeron en el olvido hasta 1975, cuando Wallace Smith Broecker publicó un artículo científico: “Cambio climático: ¿estamos al borde de un calentamiento global pronunciado?” Desde entonces la denominación comenzó a utilizarse cada vez con mayor frecuencia. En 1976, la declaración de Mijaíl Budyko “ha comenzado un calentamiento global” tuvo gran difusión. En 1979 la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, encabezado por Jule Charney, describió los efectos del CO2 de una manera más amplia, atribuyendo su uso al incremento del cambio climático. En 1988 el climatólogo de la NASA James Hansen, testificó ante el Senado de Estados Unidos: “El calentamiento global ha llegado a un nivel tal que podemos atribuir con un alto grado de confianza una relación de causa y efecto entre el efecto invernadero y el calentamiento observado”. A partir de entonces el término calentamiento global se popularizó en la prensa y en el lenguaje coloquial.

Para concluir, retomando lo dicho al principio, sobre el efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático y las otras características de la Tierra, como su distancia al sol, diámetro, gravedad y velocidad de rotación y traslación, confluyeron para producir un big bang de la vida, una auténtica explosión vital en nuestro planeta que dio origen a esa inmensa y exuberante biodiversidad, por ahora incomparable con ningún otro planeta. Esta privilegiada conjunción de ventajas de nuestro planeta debemos concienciarla cada día, agradecerla y cuidarla. Si no lo hacemos se puede ir la vida de la mayoría de las especies en ello. Debemos estar alertas con el 2020, un año clave en el que se activará el Acuerdo de París, que requerirá del compromiso de los 197 países firmantes. Será entonces que se verá quién es quién y comenzará a definirse el escenario que tocará enfrentar en el siglo XXI.

Sandor Alejandro Gerendas-Kiss

Fuentes:

Ecologistas en acción. Cambio climático. Qué es el cambio climático. Recuperado dehttps://www.ecologistasenaccion.org

BBC Mundo. Cambio climático. Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/temas/cambio_climatico

Wikipedia. Calentamiento global. Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/Calentamiento_global

BBC Mundo. El récord de emisiones de CO2 que marca el inicio de una “nueva era” de cambio climático.
Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/noticias-37753915

Cambio climático global. Agua y vapor. Recuperado de http://cambioclimaticoglobal.com/agua

Wikipedia. Global warming. Recuperado de https://en.wikipedia.org/wiki/Global_warming

USA Today. Global warming roars on: Past four years have been Earth’s hottest on record. Recuperado dehttps://www.usatoday.com/story/weather/2018/01/18/2017-global-temperatures-noaa-nasa-el-nino/1043927001/

National Aeronautics and Space Administration. Water Vapor Confirmed as Major Player in Climate Change. Recuperado de https://www.nasa.gov/topics/earth/features/vapor_warming.html


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