Si no se logra el objetivo principal del Acuerdo de París, de mantener el aumento de temperatura a menos de 2 °C de su nivel preindustrial para finales de este siglo, y la temperatura aumentara tres, cuatro o más grados centígrados, se prevé que se produzca una catástrofe ambiental sin precedentes. Asistiríamos a sequias, incendios, fenómenos meteorológicos y hambrunas de enormes magnitudes. Pudiera ocurrir la fundición de los hielos de los Polos y glaciares, la cual incrementaría el nivel de océanos y mares, poniendo en un alto riesgo a las poblaciones más vulnerables, asentadas en islas y costas. Se incrementaría la desertificación del Amazonas y otras selvas y se intensificaría el efecto invernadero. Al extinguirse gran cantidad de especies se afectaría la diversidad biológica, las cadenas alimentarias y se rompería el equilibrio de la vida en el planeta, en una espiral difícil de imaginar. Se asistiría a la reproducción exponencial de otras especies como insectos, bacterias y virus, incrementando las enfermedades y produciendo nuevas extinciones de especies, entre las cuales pudiera estar la del Homo sapiens.