LA GRAN DEPREDACIÓN
Sandor Alejandro Gerendas-Kiss y Aíxa Chacín de Gerendas
La gran depredación
En tan solo 50 años hemos descarrilado la Tierra
La gran depredación es un ensayo sobre el análisis de medio siglo, entre Estocolmo 1972, Primera Cumbre de la Tierra y el año 2022, un segmento temporal de 50 años, lo suficiente para que los lectores puedan apreciar el daño que se le ha hecho al planeta.
Nuestro objetivo es crear conciencia climática y motivar a las personas a incorporarse a la lucha contra el cambio climático. Nuestros análisis están encaminados a desvelar los principales daños que se le han hecho a nuestro planeta y sus consecuencias.
Por ello hemos escogido este medio siglo, entre Estocolmo 1972 y el año 2022. Tomamos este segmento temporal, como hubiésemos podido elegir otro, pero consideramos que estos cincuenta años poseen características especiales, son cercanos, irrepetibles e ideales para realizar nuestros análisis.
Entre nuestros proósistos está demostrar que en 50 años, que no son nada respecto a la cronología de la Tierra, que en términos comparativos no debe llegar siquiera a una milésima de segundo en la escala de vida del planeta. Nosotros, los humanos, en ese corto periodo hemos creado un tsunami capaz de descarrilar el equilibrio físico, químico y biológico de la Tierra. Otra comparación que paraliza la respiración es contrastar el medio siglo transcurrido con los mil o más años que vive una sequoia, maravilloso árbol gigante de los bosques de California.
Sabemos que el espíritu de Estocolmo no tuvo eco en las grandes mayorías. Unas personas no atendieron el mensaje generado en Suecia y otras porque no se lo creyeron. Los medios tampoco le otorgaron la atención que merecía, obviamente en perjuicio de la difusión que el evento reclamaba. Más grave aún, una buena parte de quienes tienen las grandes decisiones en sus manos tomaron el camino contravía a Estocolmo y lo han seguido andando luego de transcurrido el periodo 1972-2022.
Para terminar, debemos concluir que estos 50 años son un durísimo llamado de atención a los humanos que habitamos este amable planeta, apto para albergar millones de tipos de vida en su seno. Sería un error imperdonable y quizás irreversible, dejar pasar la oportunidad y no redefinir la actitud de nuestra especie frente a la Madre Tierra en los próximos años.
Serie Trilogía del siglo XII
Sandor Alejandro Gerendas-Kiss
La séptima extinción
Libro 1 de la saga Trilogía del siglo XXII
Hacia finales de siglo XXI Dividón descubre que en todas las épocas, civilizaciones y religiones, el siete ha tenido un protagonismo que se repetía de manera asombrosa. Pero lo que más lo conmocionó fue saber que se estaba en plena séptima extinción. Ya en posesión de esta numerología crea el Septimismo, un movimiento que profesa que la evolución debe seguir su curso natural sin intervención humana.
Futurócrates de Halicarnaso, el An-Tinieblas, sostiene que la filosofía occidental está montada sobre un edificio carente de uno de sus puntales, ya que no alcanzó tiempo a Grecia para terminar de construirlo. Afirma que la caída de Occidente puede ocurrir en cualquier momento. Funda el Neohelenismo, que rápidamente se convierte en el más importante movimiento filosófico de finales del siglo XXI.
El veloz avance del calentamiento global y el cambio climático obliga al An-Tinieblas a dar un giro a sus postulados iniciales, olvidarse de la caída de Occidente, pues es la propia Tierra la que está cayendo. De este modo el Neohelenismo se transforma en la máxima autoridad de la lucha contra la crisis climática y sostiene que el planeta es recuperable mediante la ciencia y la sabiduría artificial.
El Septimismo proclama que la humanidad debe aceptar el destino que le depare la evolución, sea cual fuere, aun su propia extinción, para dar paso a formas de vida más resistentes a partir de las que logren sobrevivir. En el nombre del siete rechaza toda acción conducente a la salvación humana por vías artificiales.
El fanatismo se globaliza, una mitad del mundo se une al Septimismo y la otra al Neohelenismo. La confrontación se hace imparable y la primera guerra civil mundial no tarda en estallar, con armas ultrasecretas difíciles de imaginar.

